He crecido junto a ellos. Desde pequeña me acompañaron a jugar, a comer, a dormir. Han tomado sol conmigo, se han llevado a la cachu alguna prenda o me han destrozado algun billete, revista o mueble.Mehan acompañado en las aventuras, en los paseos, en los cumpleaños, en reuniones familiares, en momentos de amistades,... Me han celado ante la presencia de una pareha, me han cuidado en la calle y hasta en casa (aun cuando duermo, se que ellos estan velando por mi seguridad, amen de que duerman casi a la par mia hasta con la cabeza en la almhada o debajo de la cama si hay tormenta.Estuvieron presentes en momentos de tristeza, de angustia, de soledad igual que en los momentos de felicidad y logros presonales.Incapaces de hacerme un daño, salvo que yo relamente los altere. Pero el daño nunca es a conciencia, siempre es por naturaleza de estimulo - respuetas.Son lindos, cariñosos, tan fragiles como el propio ser humano, con la desventaja de que a ellos estan sometido y dependen de su trato. Por esta razon les dedico un segmento de mi escritura. Porque a mi lado me han dado mas de lo que puede dar una mascota, me han dado la contencion, la humildad de vivir con comida, agua, cucha y juego, componentes suficientes para mover la cola y querer a alguien.Detesto verlos desprotegidos en la calle, auqnue a algunos les encanta vagar de un lado a otro. Me duele en el alma que algunos seres humanos los adquieran como objetos decorativos o contra delincuentes; y ms aun cuando son maltratados.La fidelidad es el don de agradecimiento mas importante que tienen, y aunque vivan menos que el ser humano,... el paso terrenal - afectivo que dejan es lo mas grandioso de la voluntad natural del universo.Amo los perros. Y nunca voy a dejar de tener uno para que en un camino bilateral de amor nos llenemos mutuamente compartiendo todo lo que puedo vivir y tener en la vida, hasta mi propio hijo.Son tan completos, que quizas hablar no les hace falta, porque es un detalle que sobra.
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